Discurso

Publicado en por Zuly Castillo A.

 

DISCURSO


Definición de la palabra discurso.

La palabra discurso, según el RAE (Diccionario de la Real Academia Española) tiene diversas acepciones, y muchas de ellas con significado completamente distinto

 “Un discurso es toda sucesión de palabras, expresadas de forma oral, extensas o cortas, que sirva para expresar lo que discurrimos; debe ser adecuado, es decir, ordenado, acomodado y proporcionado para lo que se quiere, perfecto para el caso”.

Función del discurso.

Existen tres funciones principalmente en un discurso:

A).- Entretener.

Busca en el auditorio una respuesta de agrado, diversión y complacernos. El propósito se basa en hacer olvida la vida cotidiana con sus pequeños sucesos y sus apremios basados en el humor. Ofrece grandes ventajas , ya que el tema puede ser de libre elección.

B).- Informar.

Persigue la clara comprensión de un asunto, tema o idea que resuelva una incertidumbre. Su principal objetivo es de ayudar a los miembros del auditorio para que estos pretendan ampliar su campo de conocimiento. Su característica principal de este discurso es llevar a cabo la objetividad.

C).- Convencer.

Su función básica es influir a los oyentes acerca de verdades claras e indiscutibles que de poder ser probadas y comprobadas. Se ha de argumentar lo que se dice, y para ello será necesario hacer uso de elementos cognitivos y racionales.

La utilización de la expresión verbal y el llamamiento de emociones para lograr este objetivo es muy importante.

 

El Propósito del discurso.

Cuando el orador quiere hablar en público necesita saber la razón por la cual quiere hacerlo. También debe saber qué es lo que quiere obtener del público. De esta forma podrá optimizar sus esfuerzos en la preparación del mensaje, para que de esta forma cada argumento, imagen y palabra contribuyan para lograr su objetivo.




 

¿A quién va dirigido un discurso?

Es muy importante que nos realicemos esta pregunta, puesto que de ello dependerá en gran medida la elección de nuestra forma de hablar y de nuestro vocabulario. No es lo mismo hacer un discurso la educación que de medicina, ya que el uso de tecnicismos y el vocabulario serán completamente distintos.

También hemos de observar que tipo oyente vamos a tener. No es lo mismo que un jefe haga un discurso a sus trabajadores en una cena de empresa, que un ministro lo haga ante el parlamento.

 

 

Estructura del discurso

Algunas personas consideran a un discurso de tres partes, eso es muy relativo. Para nosotros un discurso bien estructurado y organizado debe dividirse en cinco partes que son:

 

Desarrollo:

A) Introducción o saludo: (Diles lo que vas a contar.)

El ORADOR o PARTICIPANTE: tomará una posición firme, decidido, con porte, mirando fijamente a su interlocutor; procederá a saludar. Luego tendrá como objetivo ubicar al auditorio, en el lugar mismo donde se desarrollarán los hechos o acontecimientos. Es necesario y elegante que el orador haga pensar al auditorio, utilizando citas, ejemplos, pensamientos o experiencias personales, pero todo ello debe tener una relación con el tema que se va a tratar; se utilizará este método para que nuestro discurso sea entretenido y no monótono y frío; es interesante mantener al receptor en una constante atención, de tal forma nos evitaremos pronunciar el nombre del tema.

Un discurso se pone más interesante cuando el auditorio procura adivinar qué tema va a tratar; si utilizamos este método en la medida que vamos hablando, más atención habrá de parte del receptor; lo importante de esta introducción es que debe ser interesante; debe gustar el ORADOR y ésta no debe pasar de 3 minutos. Para un discurso el orador no debe utilizar estas frases: BUENO, BIEN, DISCULPE, ETC; ni tampoco frases de falsa modestia como éstas: TRATARÉ DE HACERLO BEN.

B) Desarrollo o cuerpo del discurso: cuéntaselo.

Quizás es la parte más importante del discurso, por la capacidad del conocimiento intelectual que tenga el orador, que será muy valiosa en un determinado momento.

CICERÓN: No se equivoca cuando llama a la memoria tesoro de todas las cosas, cuando abordemos un tema, tener en cuenta esta recomendación, haciendo una reseña histórica sobre el tema, y aquí la importancia de su conocimiento y preparación intelectual, como la capacidad de memoria.


C) Discusión del discurso (alternativas)

En esta parte del Discurso, que es emotiva y vibrante, porque el orador levantará la voz a un punto necesario y utilizará las mímicas vehementes y rítmicas, señalará uno a uno los alcances alternativos sobre los puntos dados en la segunda parte del discurso; así mismo, estos puntos alternativos de solución. Es necesario que la firmeza de la voz del orador sea coherente y pareja para no ser perturbado por las otras personas.

D) Recomendación


El PARTICIPANTE, luego de exponer los puntos alternativos, como también los criterios personales que podrían solucionar, habrá llegado a la profundidad del sentimiento del receptor, creando en él una motivación convincente, como también al orador; tiene que tenerla, quiere decir, estar convencido de sus propias palabras, para que esto pueda ser recíproco. Entonces el orador se dirigirá al receptor.

 

POR EJEMPLO:

Estamos dispuestos a trabajar juntos para no permitir más abusos..................
(pueblo sí, sí, sí), juntos combatiremos la inmoralidad, la corrupción
¡ESTAN CONMIGO!

ESTA ES LA ÚNICA PARTE EN EL DISCURSO EN QUE EL ORADOR CONVERSA CON EL RECEPTOR


E) Conclusión:
diles lo que les has contado.

El orador, luego de haber motivado al receptor, dará por finalizado su discurso utilizando las famosas arengas, ya que ellas se utilizan en discursos combativos y persuasivos con el fin de enardecer y estimular sus nobles sentimientos a la motivación profunda.

LA ARENGA: Su duración no tiene límite, se puede utilizar al final del discurso o en los intermedios del discurso; se puede recurrir a él cuantas veces sea necesaria, podría ser una técnica que nos pueda salvar de algún olvido, y ésta siempre será una buena alternativa salvadora.

 

Particulares para la preparación de un discurso.


La preparación de un discurso ha de ir precedida siempre por unos puntos que debe plantearse el emisor:

*Hemos de saber hasta que punto llega nuestra capacidad de comunicación y asertividad.

*Si somos capaces de “escuchar con la vista al público” y leer las miradas para interpretar sus pensamientos (si se aburren o distraen…)

*Cómo de grande es nuestra habilidad para usar y recibir retroalimentación

Una vez analizados los puntos anteriores, procederemos a crear nuestro discurso. Para ello hemos de seguir los siguientes pasos:


A) Selección de un tema
. Hemos de escoger un tema a tratar y definir en que variante nos queremos centrar.


B)
  Acopio de información. Utilizaremos todos los medios posibles para conseguir todo tipo de información relacionada con el tema.


C)
   Selección de materiales. Después de una extensa, pero minuciosa búsqueda de información, seleccionaremos aquello que nos resulte de más interés, evitando rellenos y banalidades que no pueden venir al caso.


D) Elección de material de apoyo
. Siempre es importante, puesto que está demostrado que un material de apoyo como puede ser aparatos reproductores de presentaciones, diapositivas, hojas anexas, ejemplos, videos, etc., aumenta el interés del espectador en un 30 %. Y queda retenido en su memoria un 20 % más de tiempo que lo habitual.


E) Construcción del mensaje.
Hemos de construir el mensaje, crear un índice y seguirlo paso por paso.


F) Conclusión.
Hemos de crear una conclusión que impacte y sea extremadamente receptiva por parte del oyente.

 

 

Tipos de discurso

 

Cada uno tendrá unas características diferentes, y las estrategias de construcción variarán de uno a otro.


*Discurso Público

 Textos escritos u orales que desarrollan un tema de interés para un gran número de personas, su emisor está investido de autoridad, tiene como finalidad convencer a quien lo recibe, llevándolo a tomar una determinada postura frente a lo dicho.

 

*Discurso Privado

 

 Se realiza en situaciones de interacción privada o personal. Se manejan muchos supuestos, ya que el emisor conoce bien al receptor.

*Discurso leído

*Discurso memorizado

*Discurso improvisado.


La improvisación consiste en “realizar” algo que hacemos todos los días sin darnos cuenta, es decir, explicar o exponer un hecho, pensamiento o idea cualquier que conozcamos y vestirlo con las palabras de nuestro léxico habitual.

*Discurso “extempore”.

En realidad se trata de un discurso mixto. Es un procedimiento combinado, pues este tipo está situado entre el leído y el improvisado.

 

 *Discurso Narrativo
 

Es la exposición de unos hechos relatables por medio de una trama y un argumento. Por supuesto, es el que se utiliza en la novela y el cuento.

 

 

La historia sólo puede tener un mérito: el conseguir que el público quiera saber qué ocurre después. A la inversa, sólo puede tener un defecto: conseguir que el público no quiera saber lo que ocurre des pués. [...] Es el organismo literario más primitivo y más elemental. Sin embargo, es el máximo común divisor de todos esos organismos sumamente complejos que conocemos como novelas.

 

Esta cualidad del discurso narrativo viene dada por la intriga o la tensión narrativa, que consiste en abrir uno o varios hilos de acción que no se resuelven hasta el final (o que se van resolviendo poco a poco, pero quedando siempre alguno pendiente) o, lo que es lo mismo, ir creando expectativas al lector y satisfacerlas (de golpe o poco a poco).

También por esto las partes del discurso narrativo se denominan inicio, nudo y desenlace.

 

 

El inicio: Se plantean uno o varios personajes que empiezan alguna acción.

El nudo: Se plantea un conflicto.

El desenlace: En  éste se resuelve.

 

Las formas en las que el discurso narrativo se desarrolla serían la descripción, la narración, el diálogo, el monólogo, la elipsis... y la estrategia discursiva más utilizada correspondería a la asociación por analogía, que es lo que en lenguaje literario se llamaría metáfora.



*Discurso de redacción

 

 

Este tipo de discurso, es porque se utiliza cada vez más en otros campos, como por ejemplo el de la publicidad. Dada la saturación de descargas informativas que sufre la sociedad, hacen falta cada vez más estímulos para interesar al público, y la narratividad es, como decíamos, un recurso infalible para captar su atención. Como se puede comprobar, cada vez más spots se desarrollan a modo de historias o breves relatos.




*Discurso publicitario

 

 

El objetivo de un texto publicitario es vender un producto, y el redactor habrá de utilizar todos los recursos posibles para alcanzar ese objetivo, sin ningún tipo de escrúpulos. Los publicistas son los mayores ladrones de la historia: han robado sonatas a grandes compositores, cuadros a los pintores, frases a los escritores, canciones a los cantantes, expresiones a la gente de a pie... Y es que siempre tienen que estar renovando su repertorio.

Por culpa de la competencia y la saturación de la publicidad, las características fundamentales que ha de cumplir el discurso publicitario son:

Ser atractivo: Tiene que conseguir seducir al lector, aunque sea a base de mentiras (en el fondo todos estamos deseando que nos mientan un poco, que nos pinten el mundo del color de la esperanza).


Sorprender: El lector sólo leerá lo que llame su atención, por lo que el discurso publicitario tiene que ofrecer siempre algo nuevo, algo único. Los creativos se rompen la cabeza pensando en formas nuevas de vender lo mismo de siempre.


Huir de la monotonía: El discurso publicitario no puede ser un texto serio y monótono, sino variado y fragmentado.


Encubrir determinados datos: Para vender un producto hay que saber ocultar. En un anuncio de tabaco no pueden hablarnos de las estadísticas de muerte por cáncer de pulmón, sino que utilizarán un barco de vela y palabras como libertad, diversión, sabor, aventura...


Ser breve: Nadie está dispuesto a perder mucho tiempo leyendo un texto publicitario, por muy interesante que sea. El discurso ha de ser breve, directo, condensado, casi telegráfico.

Para cumplir estas características, el discurso publicitario resulta de la mezcla del resto de discursos, cogiendo las partes más seductoras de cada uno de ellos (la tensión narrativa del discurso narrativo, la claridad del expositivo, la convicción del argumentativo...).



Su forma de exposición es fragmentada. Se compone de frases cortas, de golpes de información fáciles de asimilar de un solo vistazo. Suele jugar con distintos tipos y cuerpos de letra y con la disposición del texto en la página (frases puestas en diagonal, cuadros de texto, etc.).


*Discurso expositivo

 

Es el que busca informar de determinada cuestión o aclararla. Ha de ser, por tanto, un texto limpio y poco llamativo. El lector lo va a leer porque le interesa el contenido, y no porque se le meta en la retina como una mota de polvo. No obstante, como cualquier escrito, ha de hacérsele agradable y entretenido, porque si no lo dejará a la mitad, por muy interesado que esté en el tema. Sus principales características son:

 

Claridad: La exposición ha de ser clara ante todo. Si leemos las instrucciones para utilizar el vídeo es porque no sabemos cómo utilizarlo, y si el texto no nos lo aclara es como si no hubiera sido escrito.

Concisión: El discurso expositivo ha de ser conciso, sintético. Esto no tiene que ver con la brevedad del texto (eso dependerá de si lo que tenemos que escribir son las instrucciones para utilizar el vídeo o una tesis doctoral), sino con que las ideas que refleje estén expresadas con exactitud en el menor número de frases posible.



Objetividad: Un texto expositivo no debe reflejar opiniones personales y, si lo hace, éstas han de estar enmascaradas tras una apariencia objetiva. Si escribimos para que nos aclaren una duda y nos contestan con frases como «Yo creo que...», «Es posible que...» nos podemos enfadar, con todo el derecho.

Centrarse en el tema: Un cuento puede ser digresivo. Un texto expositivo no. Ha de atenerse al tema en todo momento y no irse por las ramas. Cualquier idea que se salga del asunto del que estamos hablando, por muy brillante que sea, ha de rechazarse al instante.

La construcción del discurso expositivo ha de estar bien estructurada: una introducción que aclare el tema, la explicación propiamente dicha y un epílogo o resumen que recuerde al lector todas las ideas tratadas.


*Discurso argumentativo

 

 

El objetivo principal del discurso argumentativo es convencer, y a ello debe ir dirigida cada palabra que elijamos. Convencer no significa, por supuesto, avasallar ni ofender ni despreciar, sino acudir al entendimiento lógico del lector para que comprenda nuestras razones. Dado que vamos a intentar introducir un concepto nuevo sobre alguna cuestión que el lector no tiene a priori, habrá que poner especial cuidado en que esa intromisión en la configuración de su mente no sea brusca, sino que al leer el texto le parezca que eso es lo que ha opinado siempre, o que ha sido él mismo el que ha sacado las conclusiones.

 



Las características del texto argumentativo han de ser:

 

Lógica: Los argumentos u opiniones que se den han de tener una base racional bien sólida. El discurso no puede tener una apariencia arbitraria.

 Convicción: Las razones que se aporten han de ser convincentes. Eso no quiere decir que sean verdaderas, sino que tienen que parecer verdaderas. Sería parecido a la diferencia entre realidad y verosimilitud (a veces la realidad es inverosímil, y la ficción de un relato puede parecer real como la vida misma).


Suavidad: Es importante que la argumentación se desarrolle suavemente, sin prepotencia ni brusquedad. Ha de parecer que las ideas han estado ahí desde siempre, y que nosotros lo único que hemos hecho es transcribir (como meros amanuenses) una verdad universal.


 Humildad: Un discurso argumentativo bien construido ha de ser humilde, sin aires de grandeza ni de erudición. El lector desconfía de quien necesita grandes palabras para argumentar una opinión.

El discurso argumentativo se estructura de la siguiente manera: en primer lugar se expone la tesis (a modo de introducción) o las ideas que se pretenden demostrar; luego se pasa a la argumentación propiamente dicha, con las opiniones concretas razonadas convenientemente; finalmente se expresa la conclusión, que vuelve a la idea inicial, pero esta vez con el peso de la razón detrás.



Las estrategias discursivas más utilizadas en este tipo de discurso son la analogía, la asociación por contrario, la generalización, la ejemplificación y la experiencia personal y de autoridades.

 

 



Por otra parte, es práctica común disfrazar a un tipo de discurso de otro.

 

Hay que tener en cuenta que es difícil encontrar el discurso en estado puro. Normalmente el objetivo del escrito no es nítido y, por tanto, se pueden y se deben mezclar los tipos de discurso.

 

BIBLIOGRAFIA:

 

http://www.rrppnet.com.ar/comunicacion.htm

 

 

http://www.proyectopais.org.pe/web_data/doc_partidarios/libros/libro4-06.htm

 

http://web.usal.es/~auesa/atenea/espana/habla.htm

 

 

http://www.escueladeescritores.com/modules.php?name=Content&pa=showpage&pid=19

 

 

 

 

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L
Buen material!
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